Los dos “cadáveres extraterrestres” que fueron sometidos a pruebas tras su exhibición en el Congreso de México la semana pasada pertenecían a un único esqueleto, sin indicios de “ensamblaje o manipulación de los cráneos”, según han afirmado médicos mexicanos.

Los científicos llevaron a cabo una serie de pruebas a los dos especímenes “no humanos” que previamente se habían mostrado a los políticos mexicanos en el Congreso.

El periodista Jaime Maussan declaró bajo juramento ante la Cámara que los pequeños cadáveres fueron recuperados de unas minas de diatomeas de Cuzco, Perú, y que casi un tercio de su ADN sigue siendo “desconocido”.

Se dijo a los políticos que los cadáveres tenían una antigüedad estimada de 1.000 años. Maussan hizo afirmaciones similares en Perú que luego fueron desmentidas, incluidas cinco momias encontradas en Perú en 2017, que luego una investigación demostró que eran niños humanos.